La vacuna contra la malaria vivax podría estar más cerca gracias a una estrategia desarrollada por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) que se basa en el uso como plataforma de pequeñas vesículas derivadas de glóbulos rojos inmaduros. Los resultados del trabajo se han recogido en un artículo publicado en la revista Scientific Reports.
Según informa la agencia EFE, el Plasmodium vivax es el parásito de la malaria más prevalente fuera de África subsahariana. El equipo dirigido por Hernando A. del Portillo y Carmen Fernández-Becerra ha utilizado exosomas secretados por glóbulos rojos inmaduros como plataforma de vacunación frente a la malaria vivax.
Tal y como ha explicado la investigadora, los reticulocitos -glóbulos rojos inmaduros- eliminan durante su maduración una serie de proteínas celulares mediante la secreción de los citados exosomas, 100 veces más pequeños que un glóbulo rojo. El estudio demuestra que los exosomas derivados de reticulocitos en un modelo de ratón de malaria vivax contienen proteínas del parásito y pueden funcionar como vacuna.
El estudio ha identificado, a través de un análisis proteómico, 360 nuevas proteínas presentes en los exosomas de reticulocitos humanos. “Esta amplia lista de proteínas presentes en estos exosomas humanos -ha apuntado Fernández Becerra- representa un recurso valioso para entender mejor cómo el parásito de la malaria infecta a los glóbulos rojos”. Algunas de ellas, por ejemplo, permiten entrar al virus en el reticulocito, algo que “explica en parte el fracaso de los cultivos in vitro", según Miriam Díaz-Varela, autora principal del estudio.
En él, los científicos han identificado también moléculas llamadas HLA-clase I en exosomas de reticulocitos humanos (HuRex) obtenidos a partir de sangre de cordón umbilical. Esas moléculas enmascaran fragmentos del Plasmodium vivax para que el sistema inmune destruya las células infectadas. Para comprobar si los exosomas de reticulocitos podían inducir inmunidad frente al virus, un ensayo demostró que los HuRex son captados por células dendríticas, células centinelas que regulan el inicio de la respuesta inmune.
“Estos resultados convergen con otros resultados recientes sobre el tema y deberían impulsar el desarrollo de nuevas vacunas preventivas contra la malaria basadas en la inmunidad celular”, han afirmado Núria Izquierdo-Useros y Javier Martínez-Picado, investigadores del Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa), que también participa en el estudio. “Estos resultados abren la vía a futuros estudios sobre exosomas en infecciones para descubrir nuevos antígenos para vacunas, así como para explorar el potencial de HuRex como plataforma de vacuna para generar células T citotóxicas contra la malaria vivax”, ha concluido del Portillo.