DREP-HCV son las nuevas vacunas contra la hepatitis C que ha desarrollado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El equipo español ha trabajado junto a científicos del Instituto Karolinska (Suecia) dirigidos por Peter Liljeström. Se trata de vacunas basadas en ADN replicativo que expresa las proteínas más inmunogénicas del virus. Es la primera vez que se usa esta aproximación en una vacuna contra la hepatitis C.
Según ha informado el CSIC, DREP-HCV tienen propiedades inmunogénicas y de seguridad que las hacen “idóneas” para evitar la patología. En concreto, se centran en el genotipo 1 del virus de la hepatitis C, causante de casi la mitad de las infecciones a nivel mundial. “Hemos estudiado sus propiedades inmunológicas en ratones, combinándolas con MVA-HCV, otra vacuna que ya habíamos generado”, apunta Juan García-Arriaza.
“Hemos demostrado que cuando administramos a ratones una primera dosis de DREP-HCV seguida de una dosis de MVA-HCV obtenemos respuestas inmunológicas frente al virus de la hepatitis C muy potentes”, afirma María Quirós, primera autora del trabajo publicado en Journal of Virology.
De acuerdo con la investigadora, las respuestas inmunológicas son además amplias, duraderas y de alta calidad. “Estos nuevos ADN, al autorreplicarse en las células, activan una serie de propiedades inmunológicas que hacen que sean unos candidatos vacunales muy prometedores”, añade la científica, investigadora del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología.
Resultados prometedores de DREP-HCV
En la actualidad, existen varias posibles vacunas frente a la hepatitis C, pero no se ha autorizado su uso en humanos. No obstante, los “prometedores” resultados del estudio abren la puerta a usar DREP-HCV y MVA-HCV de manera combinada. Así lo explica Mariano Esteban, director de grupo de Poxvirus y Vacunas en el Centro Nacional de Biotecnología. “El siguiente paso será probar la efectividad de dichos candidatos en un ensayo clínico en personas, algo que dependerá de la financiación que obtengamos”, concluye el codirector del trabajo junto a García-Arriaza.
La hepatitis C crónica es la principal causa de cirrosis y cáncer hepático. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de 71 millones de personas afectadas. En el mundo, mueren unas 400 000 personas al año por su causa. La terapia antiviral cura más del 95% de los casos. Sin embargo, los datos demuestran que el de la hepatitis C está lejos de ser erradicado. De ahí la importancia de encontrar vacunas profilácticas o terapéuticas.