El trabajo, publicado en Scientific Reports, ha tomado como referencia estudios previos que ya habían mostrado diferencias entre los microbios presentes en heces de personas sanas e individuos con lupus, que presentan un descenso de la ratio Firmicutes-Bacteroidetes. Gracias a estos datos, los investigadores añadieron cepas de Bifidobacterium bifidum, Ruminococcus obeum y Blautia coccoides mediante una técnica que permite separar la microbiota intestinal del contenido fecal.
Aberlado Margolles, investigador del CSIC asegura que “cuando estas bacterias se ponen en contacto con las células inmunes se corrige parcialmente el desequilibrio inmunológico que padecen las personas lúpicas”, lo que plantea la posibilidad de modificar la composición o actividad de la microbiota mediante el uso de probióticos, prebióticos o modificaciones en la dieta.