Las inmunodeficiencias primarias son “subdiagnosticadas en todo el mundo”, a pesar de que su incidencia global sea de 1 entre 10.000 nacidos vivos, advierten Ramírez López y Zúñiga Lagunes, autores del estudio. En pacientes hospitalizados con sinusitis refractaria, neumonía recurrente o bronquiectasias, la deficiencia inmunitaria afecta a entre el 8 y el 10% de individuos.

Estudios previos han señalado una prevalencia “alarmantemente alta” de deficiencias de anticuerpos en pacientes adultos con rinosinusitis crónica refractaria, y sin embargo, “no existía apenas información en cuanto a pacientes pediátricos o cirugías otorrinolaringológicas de otro tipo”, recuerdan los investigadores.

Por ello han llevado a cabo un estudio observacional, descriptivo y retrospectivo en todos los pacientes de entre 1 y 18 años que, entre 2011 y 2012, hubieran sido sometidos en su unidad a drenajes endoscópicos de los senos paranasales, adenoamigdalectomías o colocación de tubos timpánicos de ventilación. Esto supuso un total de 112 cirugías otorrinolaringológicas en 87 pacientes con una media de edad de 6 años.

Sólo se pudo hallar una determinación de la inmunoglobulina sérica -al menos de la IgG- en el 48% de todos estos pacientes; entre ellos, únicamente al 32% se les practico el análisis antes de la intervención. Así mismo, se reportaron estudios de la IgE en un 73% de los casos, pero sólo en el 58% de ellos se solicitaron antes de la cirugía.

“A través de la revisión de expedientes estimamos que la mitad de los pacientes investigados podían considerarse inmunodeficientes o inmunosuprimidos -bajo tratamiento con esteroides, quimioterapéuticos u otros agentes inmunosupresores-, mientras que el 19% eran probablemente alérgicos”, resumen los autores en el artículo, publicado por el Acta Pediátrica Mexicana.

“La frecuencia encontrada de deficiencia de inmunoglobulinas séricas totales (IgG, IgA, IgM, IgE) es de 0 en este ensayo exploratorio”, admiten, “pero lo destacable es que este estudio rutinario no se está solicitando en más de la mitad de los pacientes antes de la cirugía, lo que sugiere un índice de sospecha alarmantemente bajo para inmunodeficiencias primarias en este tipo de pacientes”, recalcan Ramírez y Zúñiga.

Por eso, proponen realizar estos análisis de forma sistemática en cualquier paciente pediátrico con rinosinusitis crónica refractaria, infecciones respiratorias complicadas o recurrentes con pobre respuesta a la farmacología recetada, ya que, tanto el tratamiento como el pronóstico “son muy diferentes si se diagnostica una deficiencia de anticuerpos como causa la subyacente de dichas infecciones”.