Así lo muestran los resultados de un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine, que evitaría que los afectados por este tipo de leucemia consiguieran una remisión de la enfermedad sin necesidad de someterse a quimioterapia, que no solo provoca múltiples efectos secundarios, sino que a veces no consigue el efecto deseado.
Los 17 pacientes con leucemia mieloide aguda seleccionados para el estudio habían superado inicialmente la enfermedad tras un primer tratamiento con quimioterapia, y tenían 63 años de media. Más del 70% de los participantes permanecieron en remisión durante los 4 años que duró el estudio y tras recibir varias dosis de las vacunas personalizadas.
Estas inyecciones provocaron un aumento de los linfocitos T específicas contra la leucemia mieloide aguda presente en la sangre y en la médula ósea. Los niveles de dichas células eran bajos, pero tras la administración de la inmunoterapia aumentaron y pudieron proteger a los individuos contra la proliferación de este cáncer hematológico.
El éxito de esta vacuna ha provocado la puesta en marcha de un estudio nacional para probar su eficacia en otro tipo de tumores de la sangre, especialmente en aquellos que padecen mieloma múltiple.