Los resultados, publicados en una de las publicaciones del grupo Nature (Mucosal Immunology), confirman que los tratamientos dirigidos a mejorar la comunidad bacteriana intestinal son efectivos para controlar la inflamación crónica que sufren estos pacientes. Además, ayudaría a prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento, especialmente en pacientes con VIH.
"En este trabajo hemos demostrado que la administración de prebióticos produce no solo cambios beneficiosos en la microbiota intestinal, sino también la mejoría de los marcadores inmunológicos y cambios en la expresión de genes humanos, lo que demuestra la influencia de las bacterias sobre nuestra fisiología", ha añadido Andrés Moya, investigador de la Fundación Fisabio y catedrático de Genética de la Universidad de Valencia.
Las muestras se analizaron a través de técnicas de secuenciación masiva en los laboratorios de genómica y salud de la fundación. En concreto, se estudió la composición de las bacterias que habitan en el intestino y su capacidad de producir ácidos grasos de cadena corta, como el ácido butírico, que posee un importante efecto antiinflamatorio.
Bacterias menos adaptadas
Las personas con VIH tienen modificaciones en las bacterias intestinales debido a que el virus daña su hábitat a las pocas semanas de la transmisión. Los resultados demuestran que la intervención con prebióticos modificaba la estructura de la microbiota en todos los grupos de estudio.
"Hemos visto que los pacientes con VIH presentan bacterias específicas, algunas de ellas contribuyen negativamente a los procesos patogénicos y otras parecen haber sido seleccionadas en respuesta al proceso inflamatorio", ha añadido Jorge F. Vázquez-Castellanos, investigador de la Unidad Mixta en Genómica y Salud de la Fundación FISABIO y la Universidad de Valencia.
Aquellos pacientes con más bacterias Faecalibacterium y Lachnospira mostraron un aumento de la producción de ácido butírico y una mejoría de los biomarcadores inflamatorios. Tal y como apunta María José Gosalbes, investigadora de la Unidad Mixta y del CIBERESP:
"Es probable que el grado de respuesta al tratamiento con prebióticos de los diferentes grupos de pacientes esté relacionado con la resistencia al cambio de las distintas comunidades bacterianas. La mayor mejoría la observamos en pacientes con una menor evolución de la infección por VIH y, en consecuencia, con un ecosistema bacteriano menos adaptado al nuevo estado inflamatorio".