Según informa la agencia FAPESP, la prueba se basa en un sistema de microarrays de ADN compuesto por 15.000 sondas. Cada una de esas sondas lleva impresas secuencias de 60 nucleótidos complementarios al genoma de los 416 virus que pueden ser detectados.
De esta forma, si una muestra de sangre contiene alguno de esos virus tropicales, el genoma del patógeno se unirá a una de esas sondas y dejará una marca que puede detectarse con un escáner, tal y como explica el coordinador del proyecto, Victor Hugo Aquino.
El método se evaluó con una veintena de virus disponibles en el laboratorio de virología de la University of São Paulo's Ribeirão Preto Pharmaceutical School (FCFRP-USP). El sistema demostró su eficacia para diagnosticar casos de coinfección.
Principalmente, este test de virus tropicales está pensado para patógenos transmitidos por artrópodos, como mosquitos o garrapatas. No obstante, los científicos incluyeron también agentes infecciosos transmitidos por pequeños mamíferos, como en el caso del hantavirus.
Según apunta Aquino, la selección incluyó a todos los virus que existen en regiones tropicales cuya información genómica se encuentra registrada en el GenBank, un banco público mantenido por el National Center for Biotechnology Information (NCBI) de Estados Unidos.
De acuerdo con el investigador, dado su elevado coste, este test está pensado para pacientes con sospecha de estar infectados de zika, dengue u otras enfermedades de difícil diagnóstico mediante métodos convencionales.