Para el estudio, los investigadores elaboraron dos pruebas de comportamiento estándar en ratones. En la primera, se observó que los ratones tratados con CGP3466B invertían medio minuto más en intentar escapar de un charco de agua, frente a aquellos que no habían recibido ningún tipo de tratamiento. En la segunda prueba, los ratones tratados eran capaces de enfrentarse a un nuevo entorno para conseguir un trozo de comida dos veces más rápido que aquellos a los que no se les había suministrado el compuesto.
El equipo descubrió la eficacia del compuesto CGP3466 al investigar sobre el funcionamiento de la ketamina, utilizada en dosis altas para inducir la anestesia durante la cirugía, y conocido como antidepresivo de acción rápida en dosis bajas. Sin embargo, esta sustancia es conocida como adictiva y puede producir síntomas similares a la esquizofrenia a largo plazo, motivo por el que los investigadores la utilizaron únicamente para conocer las proteínas y compuestos que ayudan a construir las conexiones entre las células nerviosas.
Así, Maged Harraz, principal investigador del artículo asegura que el compuesto “CGP3466B trabaja en la misma red de proteínas que la ketamina, pero produce un efecto tardío en la reacción en cadena, por lo que tiene menos efectos secundarios”.
Este compuesto ya ha sido probado, por el mismo grupo de investigación, en ensayos clínicos con humanos para la enfermedad de Parkinson y la Esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de Lou Gehrig; estudios en los que ya han demostrado que esta sustancia no es tóxica ni adictiva, lo que sitúa al CGP3466B en el compuesto más rápido conocido para tratar la depresión.
En palabras del Harraz: “Otros antidepresivos probados en ratones, como la fluoxetina, pueden tardar tres semanas en mostrar resultados similares para la misma prueba realizada. Este compuesto sólo tardó media hora en actuar en la segunda prueba del estudio.”