“La sepsis es uno de los problemas más graves que amenazan la vida en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Puesto que puede llegar a ser mortal en pocas horas, un análisis clínico que monitorizara el estado inflamatorio del paciente en tiempo real nos ayudaría a tratarla cuanto antes con mayor precisión”, explica Karen White, médica de la UCI del Carle Foundation Hospital.
La sepsis, que afecta al 20% de los pacientes ingresados en la UCI, es provocada por una infección en el cuerpo. En ella, el sistema inmunológico libera sustancias químicas para combatirla, pero también origina una inflamación generalizada que puede conducir rápidamente a la insuficiencia de órganos y a la muerte, según explica White.
Esta infección se detecta de manera rutinaria mediante el control de algunos signos vitales como la presión arterial, los niveles de oxígeno y la temperatura. Si un paciente muestra signos de sepsis, los médicos tratan de identificar el origen de la infección con cultivos de sangre y otras pruebas que pueden tardar días en ofrecer resultados; un tiempo del que el paciente no dispone, recalcan los expertos.
Recuento de CD64
El dispositivo está centrado en “analizar la respuesta inmunológica en lugar de centrarse en identificar la fuente de infección. En ocasiones el sistema inmunológico responde antes de que la infección sea detectable en ninguna prueba. Este dispositivo puede complementar el enfoque de detección de bacterias con uno que evalúa la respuesta inmunológica”, asegura Bashir, profesor de la Universidad de Illinois.
La prueba de detección rápida realiza un recuento de los glóbulos blancos y de la proteína CD64 presente en la superficie de los neutrófilos. Los niveles de CD64 aumentan a medida que se activa la respuesta inmunológica del paciente. El dispositivo ha sido probado en muestras de sangre de la UCI del Carle Foundation Hospital cada vez que un médico sospechaba que el paciente tuviera sepsis.
Tras utilizar el nuevo dispositivo en combinación con los métodos convencionales, los investigadores comprobaron que los datos se correlacionaban entre sí. Los científicos consideran que las infecciones podrían diagnosticarse cuando el paciente comience a sentirse enfermo incluso en su propia casa. Ello implicaría el uso de esta técnica en un amplio abanico de infecciones, indican los autores.