La biopsia renal percutánea guiada por TC (tomografía computarizada) es una alternativa válida para diagnosticar una enfermedad glomerular cuando no sea posible usar la ecografía, que es la opción más habitual. Así lo concluye un estudio del Hospital Clínico San Carlos de Madrid presentado en el último Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
Según los autores, la biopsia renal es una prueba diagnóstica invasiva que permite diagnosticar la enfermedad glomerular, establecer un pronóstico y guiar el tratamiento. Es posible realizarla de manera abierta o percutánea. La biopsia renal percutánea suele usar la ecografía como guía. En ciertos pacientes, sin embargo, no es posible hacer la biopsia guiada por ecografía con seguridad, por sus características anatómicas.
El trabajo tenía como objetivo evaluar el rendimiento diagnóstico y las complicaciones de la biopsia renal guiada por TC, una alternativa a la ecografía. Con este fin, se revisaron las biopsias renales percutáneas guiadas por TC realizadas en el centro madrileño entre 2010 y 2016. De las 219 biopsias renales percutáneas realizadas en ese periodo, 56 se guiaron por TC.
El número de glomérulos obtenido con estas biopsias fue de 11,46 frente a los 14,8 glomérulos obtenidos con las biopsias guiadas por ecografía. La tasa de muestras adecuadas para alcanzar un diagnóstico fue similar, así como la frecuencia de hipotensión posbiopsia. El número de punciones y la incidencia de hematoma posterior fue mayor en las biopsias guiadas por TC, en las que no hubo complicaciones mayores.
De acuerdo con estos resultados, los investigadores consideran que la biopsia renal percutánea guiada por TC es una alternativa válida y segura para diagnosticar enfermedades glomerulares cuando no sea posible realizar la ecografía para guiar la prueba debido a las características de los pacientes.