Comparada con la biopsia tradicional de tejido, la biopsia líquida es una técnica menos invasiva y representa un importante avance para la mejor detección de mutaciones, predicción de la respuesta del paciente al tratamiento y el seguimiento de la evolución de la enfermedad.
Ya está demostrada la utilidad, de la biopsia líquida en plasma, en diversos tipos de tumores, aunque no en tumores cerebrales. Tradicionalmente, el análisis de este tipo de tumores se ha llevado a cabo a partir de una biopsia de tejido. Pero esta técnica supone un riesgo para el paciente y no siempre es posible acceder a una parte representativa del tumor.
Recientemente, el equipo de investigación del Instituto Oncológico de la Vall d’Hebron, liderado por el Dr. Joan Seoane había propuesto utilizar el líquido cefalorraquídeo para hacer una biopsia líquida. Las ventajas son claras: la técnica permite detectar mejor las mutaciones en el tumor y es muchos menos invasiva.
Además, el equipo de Seoane ha descubierto que el fluido cefalorraquídeo es rico en ADN circulante del tumor y permite identificar fácilmente los tumores cerebrales. Dicho fluido circula a través del parénquima cerebral y la médula espinal, y es posible obtener una muestra mediante una punción lumbar. De esta forma, la biopsia de líquido cefalorraquídeo abre nuevos campos de investigación de marcadores que hacen posible monitorizar la evolución del cáncer y ayudan a mejorar el tratamiento de esta enfermedad.