Según ha explicado el propio centro en una nota de prensa, el tratamiento consiste en una infiltración ósea guiada que, mediante el uso de una broca, facilita la inyección en el edema de un sustituto óseo capaz de solidificar las microfracturas. Estas pequeñas grietas en el hueso, hasta ahora solo perceptibles a través de resonancia magnética, permiten un movimiento que ocasiona el dolor, explican.
Una de las novedades de este sustituto óseo es que es más fluido que otro tipo de inyectables y que se solidifica al entrar en contacto con el edema, destacan. No obstante, es necesario garantizar que no existe riesgo de fuga; motivo por el cual los especialistas deben realizar una artroscopia de comprobación.
Según cuenta la agencia EFE en una nota de prensa, el primer paciente de edema óseo intervenido en Canarias con este procedimiento evoluciona favorablemente desde su operación, llevada a cabo el pasado mayo. El equipo continúa monitorizando los signos del dolor del paciente que, de no haberse sometido a esta nueva técnica podría haber necesitado una prótesis.