Para llevar a cabo el estudio, los investigadores utilizaron la información recogida a través de una encuesta nacional realizada entre 2007 y 2011, y analizaron la prescripción de opioides tras el alta del paciente y la administración de estos fármacos en los servicios de urgencias. La investigación detectó que los negros no hispanos eran menos propensos que los blancos a recibir opioides cuando eran dados de alta por un dolor de espalda o abdominal.
Tal y como señalan los investigadores, entre 2007 y 2011, los servicios de urgencias recibieron 36,5 millones de visitas por dolor abdominal, 14,3 millones por dolor de espalda y 6,9 millones por dolor dental. Entre un 27-42% de las visitas se correspondía con pacientes con seguro privado, salvo en los casos de dolor dental, donde la mayoría correspondía a pacientes no asegurados.
El resultado del 80-85% de las visitas a urgencias era la prescripción de opioides. Pese a que las visitas por dolor dental eran las menos propensas a recibir opioides (30%), el resultado tras el alta fue que en un 57% de los casos se prescribieron opioides. En el caso del dolor abdominal, un 25% de las visitas fueron propensas a recibir opioides al recibir el alta. Sin embargo, un 44% de los casos los había recibido durante su estancia en urgencias.
Los autores del estudio hallaron diferencias étnico-raciales tanto en la prescripción de opioides al dar el alta al paciente, así como la administración en las visitas a urgencias para tratar el dolor de espalda y dolor abdominal. Los negros no hispanos tenían una probabilidad más baja de recibir opioides durante sus visitas a urgencias en comparación con los blancos no hispanos.
Sin embargo, no encontraron diferencias étnico-raciales en la prescripción de opioides y su administración durante las visitas a urgencias para el dolor dental.