El inflamasoma puede ser un posible objetivo terapéutico para la sepsis. Y es que la sepsis es una condición médica que pocos pacientes han escuchado y la mayoría de los médicos temen. La respuesta del cuerpo al ataque de las bacterias puede desencadenar una cascada de autodestrucción celular que inadvertidamente provoca coágulos de sangre, insuficiencia multiorgánica y muerte.
De hecho, el sistema inmunológico funciona como un pac-man celular, que utiliza glóbulos blancos para cazar las células malas, iniciando ataques y contraataques. Sin embargo, en casos extremos, los glóbulos blancos cometen una especie de harakiri, provocando su propia muerte en un intento de destruir la infección. A veces funciona, pero cuando no lo hace, las complicaciones son peligrosas.
El arsenal de armas para tratar los casos graves de sepsis es muy pequeño. Los médicos tienen poco que ofrecer aparte de antibióticos, fluidos y esperanza. Por eso, gracias a una investigación de la Universidad de Kentucky abre una nueva serie de oportunidades para nuevos tratamientos que permitan combatir la afección. Y es que esta afecta a más de un millón de estadounidenses y mata a un tercio de ellos.
Laboratorios colaboradores
En este sentido, 2 laboratorios colaboradores con este centro educativo establecieron los eventos dentro de los glóbulos blancos que progresan desde la activación del inflamasoma hasta un tipo de muerte celular programada llamada piroptosis, y culminan en los coágulos sanguíneos dañinos. Por eso, el profesor asociado en el Departamento de Bioquímica Molecular y Celular, Zhenyu Li, aseguro que “estudios recientes han descubierto el mecanismo de la piroptosis después de la activación del inflamasoma, pero no sabíamos cómo la muerte de las células piroptóticas impulsa el proceso de la enfermedad”.
Por su parte, los equipos liderados por Li y Yinan Wei, del Departamento de Química del Reino Unido, determinan que ciertas proteínas bacterianas y endotoxinas desencadenan la activación del inflamasoma en los glóbulos blancos, causando piroptosis. Durante ella, los poros se forman en la membrana de los glóbulos blancos. Estos glóbulos producen la liberación del factor tisular, una proteína que se sabe que inicia el proceso de coagulación.
Por último, Li incide en que “nuestros datos establecen la activación del inflamasoma como un vínculo importante entre la inflamación y la coagulación de la sangre”. Asimismo, recuerda que “nuestros hallazgos avanzan en la comprensión de la relación entre las infecciones bacterianas y la coagulación. Además también evidencian de que el inflamasoma puede ser un posible objetivo terapéutico para la sepsis”.