La dieta estadounidense, caracterizada por niveles altos de grasa y azúcares refinados, podría estar asociada a un mayor riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares, tal y como sugiere un reciente estudio financiado por la American Heart Association (AHA) y el New York Institute of Technology College of Osteopathic Medicine (NYITCOM).
La dieta estadounidense ya había demostrado que causaba el síndrome metabólico en ratas macho. La nueva investigación demuestra que este tipo de alimentación también puede afectar a las mujeres, un grupo de población que tiene hormonas protectoras que ayudan en la prevención de enfermedades cardiovasculares, según sugieren los autores del NYITCOM.
Los científicos expusieron a ratones a un suplemento alimenticio que se asemeja a los ingredientes que tiene la típica dieta estadounidense durante 5 meses en una apariencia y aroma similar a las patatas fritas. Tras dicha ingesta, los autores observaron que los vasos sanguíneos de las ratas estaban dañados y tenían un aumento de la presión sanguínea, síntomas habituales en los pacientes diabéticos, informan los científicos.
Biomarcadores normales
Asimismo, las ratas aumentaron 4 veces más su cantidad de grasa abdominal en comparación con las ratas del grupo control; un síntoma que también se relaciona con el riesgo de diabetes tipo 2, señalan los expertos. Además, y para sorpresa de los investigadores, las retas hembra no parecían obesas por fuera y no habían experimentado síntomas de prediabetes, como un aumento de la glucosa en sangre superior a 125 mg/dl y niveles de hemoglobina A1c superiores al 6,4%.
La dieta estadounidense también había afectado de manera negativa a las hembras lo que sugería que la prediabetes podría desarrollarse antes de que se observaran parámetros anormales de los biomarcadores habituales para detectar esta enfermedad, tal y como señala M.ª Alicia Carrillo Sepúlveda, autora del estudio, en una nota de prensa. La investigadora afirma que la dieta estadounidense también podría provocar modificaciones persistentes en las proteínas vasculares.
“Nuestros hallazgos sugieren que la exposición a corto plazo a la dieta estadounidense puede aumentar el riesgo de desarrollar daños vasculares mucho antes de que se muestren signos de diabetes. Esto puede explicar por qué algunos diabéticos que manejan con éxito su glucosa en sangre experimentan otros problemas cardiovasculares, como hipertensión, incluso mientras reciben el tratamiento”, concluye Carrillo Sepúlveda.