Un sistema de diagnóstico y tratamiento médico de varios niveles acordes con las condiciones chinas se pondrá en marcha básicamente en 2020 y animará a los enfermos a acudir a las clínicas de comunidad para el diagnóstico y la atención médica inicial. Un sistema moderno de administración de hospitales eficiente y bien regulado con responsabilidades claras que también estará establecido para el mismo año.

Además, el plan chino también contempla la elaboración de un sistema eficiente de seguridad médica que cubra a toda la población, ya que el gobierno lo considera aún una tarea pendiente, al igual que mejorar el mecanismo de recaudación de fondos, añadir una reforma de los pagos del seguro, la portabilidad de los seguros médicos básicos entre diferentes localidades y un seguro mejorado para las enfermedades graves.

 El plan también destaca un sistema “simplificado y ordenado” de suministro médico.  En los últimos años, la sociedad y economía de China han conseguido un gran desarrollo y han mejorado mucho el nivel de vida popular mientras el desarrollo médico de ha obtenido los logros notables en aspectos técnicos, como el 15% de aumento de camas en los centros de salud.

En los últimos años, la política del sistema de salud de China ha sido objeto de numerosas reformas que han conducido con frecuencia a nuevos desafíos, poniendo de relieve la necesidad de una reforma ulterior. Las reformas más recientes tienen por objeto hallar un término medio entre los servicios de salud pública y los seguros privados comerciales.

De este modo, China sigue los pasos de los países que reforzaron inicialmente el papel de la privatización en la década de 1990 y a principios del siglo XXI, pero que ahora se reorientan hacia los servicios de salud pública. Sin embargo, este proceso de reforma constante ha conducido a una falta de transparencia en el funcionamiento del sistema de salud, algo que el gobierno chino quiere redimir con programas como el presentado.