"Ocurrirá tarde o temprano. Ya hemos realizado experimentos y los resultados son halagüeños. El futuro pertenece a las máquinas. Pero, ¿seremos capaces de crear una máquina que se comporte como un ser humano? ¿Heredarán las máquinas nuestros valores, nuestro espíritu, nuestros recuerdos, cultura etc?", declaró.

Samsonovich, profesor de la Universidad George Mason (Virginia), ha sido escogido por la Universidad Nacional de Investigación Nuclear de Rusia para crear un software que interactúe con el hombre y sea capaz, en una segunda fase, de entender las emociones humanas.

El científico pretende crear en el plazo de 2 años un robot capaz de tener inteligencia emocional y narrativa, hasta ahora algo impensable. Para esto, quiere crear el “acto cognitivo” (BICA) inteligente y creíble, un gran paso adelante, según él, en la inteligencia artificial.

El punto de partida para ese robot inteligente será un juego de ordenador "en el que uno de los personajes debe ser salvado por otro"; esto permitirá al hombre y al actor virtual entablar una relación emocional. Las capacidades de un ordenador son infinitas, tal y como puntualizó, a diferencia del cerebro que es limitado.

El robot podría convertirse en un asistente personal, un alumno, un profesor, tendrá memoria, interpretará varios papeles y elegirá el que mejor se adapte a la situación. La inteligencia emocional y la narrativa son los objetivos clave para Samsonovich, quien considera que la emoción humana puede plasmarse en ecuaciones matemáticas.

El aspecto de la máquina es lo que menos preocupa a Samsonovich. Puede tener cualquier forma, según comunicó a la agencia EFE, y hacerlo con forma humana es lo más sencillo. “Lo difícil es que se comporte como un hombre", concluyó. Lo primero que cree necesario hacer es cambiar el concepto de cómo los hombres ven a los ordenadores.