Según publica la revista Nature Communications, este método podría aumentar las diminutas cantidades de ADN que circulan por la sangre. Luego, este material genético podría secuenciarse para localizar algún tipo de mutación de importancia en el diagnóstico o manejo terapéutico.
Luis Blanco, investigador del CSIC del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, explicó que la clave de este procedimiento era un ADN primasa que acaba de ser descubierta, la PrimPol. Esta enzima es capaz de sintetizar las moléculas iniciales necesarias para disparar el proceso de amplificación de ADN.
La PrimPol evita algo hasta ahora necesario, el aporte de iniciadores sintéticos al comienzo del proceso, según detalló el investigador. El método, bautizado como TruePrime, prescinde de las moléculas iniciadoras sintéticas, evita amplificaciones erróneas que contaminan el producto y permite aumentar cantidades mínimas del ADN de interés.
“El procedimiento combina las ventajas de PrimPol con la ya conocida excelente capacidad de amplificación de la ADN polimerasa del fago ?29, que ya es utilizada en cientos de laboratorios de todo el mundo desde hace varias décadas”, concluyó Blanco.