Tal y como explicó Blanke y así ha recogido la revista científica Neurology, el equipo consiguió provocar la ilusión de que las piernas del sujeto eran golpeadas, cuando en realidad lo que se estaba golpeando era la espalda, justo por encima de la médula espinal. Tras esta prueba, los pacientes informaron que su dolor había disminuido considerablemente.
Además del sufrimiento del parapléjico por no volver a sentir sus piernas, hay que añadir el dolor neuropático a causa de la lesión en la médula espinal. Debido a esta lesión, el paciente sufre dolor en sus piernas, pese a que solo pueda tenerlo en la parte inferior a su lesión. Esa sensación de dolor, real e imposible de superar con fármacos, ha visto en la realidad virtual un alivio que tiene su punto de partida en la restauración del sentido del tacto.
Polona Poeg, neurocientífica del Hospital Universitario de Lausana (CHUV) y coautora del estudio, explicó cómo el sujeto del ensayo experimentó la ilusión de que el golpe se había originado en las piernas paralizadas cuando lo que se había tocado había sido la parte posterior de los hombros.
"Esto se debe a que el sujeto recibió estímulos visuales procedentes de unas piernas falsas que se golpeaban, vistas a través de unas gafas de realidad virtual, por lo que el sujeto las vio de manera inmersiva como sus propias piernas", matizó Poeg.
Predominio del estímulo visual
El experimento consistía en mostrar al paciente unas piernas falsas mientras lleva puestas unas gafas de realidad virtual. Las piernas son grabadas en tiempo real y el vídeo se trasmite por las gafas que lleva el paciente parapléjico. Este ve las piernas falsas desde arriba, como si estuviera mirando sus propias piernas, y el especialista golpea su espalada con una varilla en la mano, mientras con la otra golpea las piernas falsas.
El paciente recibe así 2 estímulos: uno visual procedente de la realidad virtual, y otro táctil en su parte posterior que, aunque sabe que ha sido golpeado en la espalda, siente como si procediese de las piernas paralizadas. Esto es posible, dicen los autores, porque el estímulo visual domina sobre el táctil.
Este estudio determina que la realidad virtual puede usarse para implementar estímulos conflictivos con el objetivo de manipular el cerebro de un modo terapéutico. Estos hallazgos son un punto de partida para desarrollar una tecnología de realidad virtual que automatice los estímulos táctiles y visuales en personas con lesiones en la médula espinar y otras afecciones crónicas dolorosas.