La idea del equipo de diseñadores es que los electrodos sean implantados en la parte del cerebro dedicada a la vista, según informa la agencia EFE. El dispositivo completo constará de una pequeña retina artificial bioinspirada, situada en unas gafas de estética atractiva que se encargará de captar el campo visual situado enfrente del sujeto, un sistema externo de procesamiento de la información y la matriz de microelectrodos.
Esta neuroprótesis será capaz de crear o inducir percepciones visuales mediante la estimulación de cualquier parte de la vía visual, desde la retina al cerebro. Aunque se trata de una fase preliminar de esta investigación, este tipo de dispositivo podría ayudar a proporcionar una visión limitada pero útil del entorno, especialmente para tareas como orientación y movilidad o la lectura de caracteres grandes.
El proyecto también contempla el estudio de las modificaciones que tienen lugar en el cerebro de las personas ciegas como consecuencia de su adaptación a la pérdida de visión y el desarrollo de trabajos que permitan conocer con antelación cuáles podrían ser los mejores candidatos para esta nueva aproximación terapéutica.
Según los investigadores, aunque en la actualidad ya existen algunos dispositivos diseñados para implantarse a nivel de la retina, solo pueden llegar a ser útiles para alteraciones que afecten exclusivamente a las capas más externas de la retina, unas patologías que representan menos de un 2,5% de todos los casos de ceguera.
Por ello existen muchas personas que ya tienen degeneraciones muy avanzadas de la retina o que son ciegas a consecuencia de otras patologías como retinopatía diabética, glaucoma o lesión de los nervios ópticos, para las que no hay tratamientos médicos o dispositivos de ayuda útiles. El proyecto se fundamenta en la colaboración multidisciplinar de investigadores básicos y clínicos.