Este estudio, desarrollado a lo largo de 6 años, ha estado dirigido por el responsable del Laboratorio de Cáncer Colorrectal del IRB, Eduard Batle, con la colaboración del Centro de Análisis Genómico, y se ha publicado en la revista Cell Stem Cell. Tal y como señala el trabajo, se trata de un grupo de células madre pasivas que se activan en caso de necesidad y tienen el poder de generar todos los tipos celulares del intestino.

Su papel es relevante en regeneración de tejidos y en participación en tumores, señalan los investigadores. Batlle ha detallado en un comunicado que el intestino tiene un índice de regeneración celular alto debido al desgaste que sufre en el ejercicio de las funciones de degradación y absorción de nutrientes y evacuación de los restos innecesarios.

Los investigadores señalan que toda la población celular del intestino se renueva una vez por semana, por lo que en el órgano hay un gran volumen de células madre en división constante que dan lugar a diversos tipos celulares. Aparentemente, estas células no tienen ninguna función relevante, pero son importantes en situaciones de estrés, producidas por ejemplo tras un tratamiento con quimioterapia, aseguran.

El hallazgo de estas células madre resistentes a la quimioterapia indica que la biología de las células madre es más compleja de lo que se conocía y rompe con el modelo de organización celular jerárquica, según Batlle.

“En la jerarquía celular del intestino, unas células no están por encima de las demás ni al revés, sino que las 2 poblaciones están en equilibrio continuo para asegurar el buen funcionamiento del órgano”, afirma el investigador. La mayoría de drogas contra el cáncer afectan, de forma secundaria, a las células en división de nuestros tejidos. “Las células madre quiescentes, al dividirse infrecuentemente, son resistentes a muchas formas de quimioterapia y regeneran los tejidos que la quimioterapia ha dañado”, ha detallado Batlle.