El último informe de la European Federation of Periodontology y la American Academy of Periodontology, publicado en 2013, afirmaba que no existían pruebas contundentes que relacionasen los cambios en el microbioma oral y la diabetes. Ahora, el autor principal del estudio, Dana Graves, defiende la importancia de la higiene bucal en pacientes diabéticos.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron un modelo de ratón que imitaba la diabetes tipo 2 en humanos. Antes de desarrollar hiperglucemia, los sujetos diabéticos presentaban un microbioma oral similar al de sus pares sanos; sin embargo, al desarrollar niveles altos de azúcar en sangre, el microbioma oral de los ratones enfermos presentó una menor diversidad de bacterias.
Durante el desarrollo del estudio, los ratones diabéticos experimentaron un aumento de los niveles de IL-17, una molécula de señalización importante en la respuesta inmune y la inflamación que, en humanos, se asocia con el desarrollo de periodontitis.
Para reforzar la hipótesis, Graves y su equipo transfirieron los microorganismos orales de los ratones diabéticos a sus homólogos sanos libres de gérmenes. Estos desarrollaron una pérdida ósea que resultó en un 42% menos de hueso que los ratones sanos que no recibieron la transferencia microbiana.
Ante la sospecha de la IL-17 como responsable de la inflamación, los científicos repitieron todos los experimentos inyectando a los ratones diabéticos un anticuerpo anti IL-17 antes de realizar la transferencia de microbioma oral. En este caso, la pérdida ósea fue menos grave.
“Los hallazgos demuestran inequívocamente que los cambios inducidos por la diabetes en el microbioma oral impulsan los cambios inflamatorios que aumentan la pérdida ósea de la periodontitis”, concluye Graves. No obstante, advierte, el tratamiento con anticuerpos anti IL-17 “no sería una estrategia terapéutica razonable en humanos, dado su papel clave en la protección inmunitaria”.