Según recoge IntraMed, en el grupo sometido a cirugía, la tasa general de mortalidad se redujo en un 57% respecto al otro grupo, de 26.000 personas. Unos cinco años después de la cirugía, la tasa de mortalidad era de apenas un 1% entre los que había pasado por quirófano (la mayoría, pasa someterse a una derivación gástrica), frente al 4% del grupo sin cirugía.
De acuerdo con el estudio, el suicidio, la enfermedad cardiaca y el cáncer fueron las causas de muerte más frecuentes entre los que se sometieron a la cirugía para perder peso, mientras que las patologías cardiacas y los tumores fueron las causas más comunes entre los que fueron tratados quirúrgicamente, además de la explicación de la diferencia en las tasas de mortalidad.
La investigación, liderada por la investigadora Christina Persson, de la Universidad de Gotemburgo, se presentó en la Cumbre Europea de la Obesidad celebrada en la ciudad sueca. antes de que se haya publicado en una revista. De momento, los resultados no se han publicado en ninguna revista.