Las interacciones bidireccionales entre intestino y cerebro pueden empeorar las consecuencias tras una lesión cerebral traumática, ya que dicha interrelación puede aumentar el daño intestinal, el riesgo de infecciones bacterianas, la inflamación cerebral y la pérdida de tejido asociada. Es la conclusión a la que han llegado los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM) tras realizar un estudio en ratones.
Tal como publica la revista Brain, Behavior and Immunity, en los roedores sometidos a lesión cerebral traumática la pared intestinal del colon se volvió más permeable, lo que permitió que los microbios dañinos migrasen desde el intestino a otras áreas del cuerpo, causando infección. Según el texto, estos cambios se mantuvieron durante un mes.
La hipótesis, aún no demostrada, sería que el traumatismo cerebral activa las células gliales entéricas (EGC) del intestino junto a sus homólogas de cerebro, las células astrogliales, cuya inflamación contribuye al daño tisular. Sin embargo, la influencia podría darse también en sentido contrario; desde el intestino hacia el cerebro: la infección por Citrobacter rodentium empeoró la inflamación cerebral de los ratones traumatizados, que perdieron un mayor número de neuronas del hipocampo.
Es decir, “la lesión traumática cerebral puede desencadenar un círculo vicioso, en que el traumatismo causa una disfunción intestinal con el potencial para empeorar la lesión cerebral original”, resume el investigador principal, Alan Faden. “Estos resultados realmente subrayan la importancia de la comunicación bidireccional sobre los efectos a largo plazo de la lesión cerebral traumática”, defiende.
Además, los resultados del trabajo “permitirán desarrollar nuevos enfoques de tratamiento y explicar la mayor incidencia de infecciones sistémicas después de los traumatismos cerebrales”. En este sentido, Faden recuerda que tras una lesión cerebral, la probabilidad de morir por problemas digestivos 2,5 veces mayor y la de fallecer por un envenenamiento en sangre es 12 veces mayor.