El cáncer de piel en España ha aumentado un 38% en los últimos 4 años, según afirma la Academia Española de Dermatología y Venereología. Los expertos señalan que la incidencia es mayor en España que en otros países europeos porque las horas de sol al año rondan las 3.000 de media entre todas sus regiones, a diferencia, por ejemplo, de Noruega, donde no llegan a las 1.500 horas. Ante este dato, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) reivindica el papel que juega que cirugía reparadora en el tratamiento de esta patología. Los expertos indican que, en los últimos años, se han perfeccionado las distintas intervenciones que se utilizan para combatir este cáncer.
La SECPRE apunta que la cirugía reparadora como tratamiento para el cáncer de piel se basa en una serie de intervenciones que, en la actualidad, se pueden llevar a cabo en un ambulatorio y con anestesia local. Entre los métodos que se emplean para la extirpación, la más utilizada es la escisión simple, que es una operación en la que se extirpa el cáncer de la piel junto con parte del tejido sano situado alrededor de este.
Por otro lado, también se aplica la cirugía micrográfica de Mohs, que consiste en una operación en la que se extrae el cáncer y la menor cantidad de tejido sano posible. En esta operación se utiliza un microscopio para analizar la zona y asegurarse de que no quede ninguna célula cancerosa.
Los expertos señalan que el tipo de cirugía varía según el tamaño del tumor. “Se puede cerrar el defecto o, en caso de lesiones grandes, se recurre a injertos de piel o colgajos para su cobertura. Es decir, se puede utilizar piel de otra parte del cuerpo para recolocarla en el área donde se extirpó el cáncer”, explican los médicos.
La cirugía siempre deja cicatrices en la piel, aunque existen nuevos métodos quirúrgicos e injertos con los que minimizarlas. “Evidentemente, es importante seguir las instrucciones del cirujano plástico y, como en cualquier otra intervención, recurrir a un profesional titulado”. Los médicos apuntan que, en el caso de un cáncer de piel con un alto riesgo de propagación, a veces se administran otros tratamientos, como radioterapia, quimioterapia o inmunoterapia tras la cirugía.
El cáncer de piel es más común entre las personas más blancas y que suelen pasar mucho tiempo bajo el sol, según los expertos. La enfermedad puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero sobre todo en las áreas más expuestas a los rayos solares, como la cara, el cuello, las orejas, las manos y los brazos.