La proteína LOXL3 es esencial en la lucha contra el melanoma, según ha puesto de manifiesto una investigación de la UAM (Universidad Autónoma de Madrid). La universidad madrileña explica en una nota de prensa que LOXL3 es esencial para la supervivencia de las células del melanoma, adictas a esta proteína.
La debilidad de las células del melanoma por esta proteína ha llevado a los investigadores a pensar en el desarrollo de nuevas terapias basadas en la eliminación de LOXL3. La investigación se ha publicado en la revista Cell Death & Differentiation y concluye que las células de melanoma utilizan LOXL3 (lysyl Oxidase-Like 3) para crecer y propagar el cáncer.
Los autores destacan que las células de la piel donde se origina el melanoma (melanocitos) no expresan la proteína LOXL3, y no requieren de esta proteína para sobrevivir. Sin embargo, añaden, si los melanocitos sufren mutaciones que les permiten crecer de forma descontrolada, la presencia de esta proteína hace posible que sigan creciendo y puedan convertirse en melanomas capaces de invadir tejidos cercanos.
Una forma de luchar contra el melanoma es impedir que esta proteína llegue a las células cancerígenas. Si se impide que LOXL3 se exprese en las células derivadas de tumores de melanoma, estas dejan de crecer y acaban muriendo a causa de una apoptosis o muerte celular programada, detallan los investigadores. Al eliminar la proteína LOXL3 antes de que el melanoma sea agresivo se puede frenar su crecimiento e incluso provocar su desaparición, añaden.
Tras obtener estos resultados, el equipo de investigación se centra en obtener fármacos capaces de eliminar la proteína LOXL3 en lesiones premalignas. “Estos medicamentos”, señala la coautora del estudio, Patricia G. Santamaría, “deberían ser ensayados en modelos animales para determinar su eficacia”.
¿Cómo favorece LOXL3 a la célula tumoral?
Según detallan los investigadores, la proteína LOXL3 hace que la célula tumoral viva cómodamente en presencia de numerosas anomalías como daños en su material genético. Esta proteína aporta a la célula del melanoma una serie de ventajas que hacen que no muera. Sin embargo, si se elimina mediante el silenciamiento genético, esas mismas células tumorales no soportan los daños acumulados y acaban muriendo.