Aunque el estudio no analizaba una muestra amplia de población, sí se ha demostrado que el tratamiento con gel de adapaleno y peróxido de benzoílo mejoraba de forma considerable el riesgo de cicatrices y disminuía las ya existentes, como bien se comprobó a los 6 meses de tratamiento.
En este tiempo, el número de cicatrices se mantuvo estable con las dosis indicadas de ambos medicamentos, y aumentó un 25% en el control. Por su parte, el porcentaje de pacientes a los que casi no se les veían las cicatrices, aumentaba de 9,7% a 45%, mientras que el cómputo total de las cicatrices se reducía un 65% en los casos en que se aplicaba gel de adapaleno y peróxido de benzoílo y un 36% con la crema control.