Durante el caso colaboraron médicos de Atención Primaria junto a especialistas en Microbiología, Dermatología y técnicos de Urgencias. El paciente contaba con antecedentes de hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. Había sido intervenido de prótesis de cadera y múltiples intervenciones quirúrgicas en ambos pies por fracturas producidas en accidente de tráfico. En la actualidad recibe tratamiento habitual con simvastatina y ácido omega 3.
El paciente es independiente para las actividades de la vida diaria y reside en un pueblo a 35 kilómetros del centro hospitalario más cercano, lo que, según los expertos, complicó su patología al tener que desplazarse de un punto a otro. Acudió a la consulta de Atención Primaria por presentar un prurito intenso y enrojecimiento de la región dorsal y zona interdigital de 3º a 5º dedo del pie derecho, acompañado de maceración y sin presencia de onicomicosis en ninguno de los dedos.
El caso registraba la aparición de una úlcera causada por bacterias bajo los dedos del pie derecho. Los autores destacan que la apariencia clínica con la que cursan los intertrigos con sobreinfección fúngica y bacteriana es muy similar en cuanto a zona afectada y síntomas locales. Los médicos consideran que es frecuente caer en el error de tratar los intertrigos como una infección micótica sin haber realizado previamente un cultivo, lo cual es importante para evitar dicha confusión.
En el tratamiento de esta patología, además de la antibioterapia ajustada con cultivo y antibiograma, los expertos consideran importante las medidas higiénicas. En el caso expuesto, el paciente no realizaba de forma adecuada las medidas higiénicas y, además, se inició el tratamiento prematuramente a pesar de la mala evolución, hecho que prolongó el proceso. “Probablemente, este fue uno de los motivos por el cual precisó tratamiento antibiótico intravenoso”, concluyen los médicos.