Bajo el título Atlas visual de patologías inflamatorias de la vulva, esta guía pretende ser un “buen método de divulgación basado en el caso clínico”, tal como explican sus creadoras, la ginecóloga María Jesús Cancelo y la experta en dermatología Esther de Eusebio, ambas jefas de servicio de su especialidad.
Abscesos vulvares, úlceras, herpes, vulvovaginitis no infecciosas o atróficas, psoriasis, enfermedad de Crohn o cáncer son solo algunas de las patologías que aborda el documento. La recopilación de estos casos, dirigida a profesionales sanitarios, cuenta con imágenes de cada patología, una explicación de la enfermedad y un breve diagnóstico diferencial.
Actualmente, la patología vulvovaginal constituye “un problema importante y un motivo frecuente de consulta”, defiende de Eusebio, “tanto por los síntomas que presentan como por las connotaciones que lleva vinculadas, estas patologías suelen generar ansiedad o miedo”, explica.
Es habitual, por ejemplo, que las pacientes asocien sus lesiones ginecológicas con enfermedades contagiosas o de transmisión sexual, “eso retrae a muchas mujeres, sobre todo de cierta edad, de venir a consulta”, ejemplifica la dermatóloga. Sin embargo, advierte, “cualquier problema dermatológico puede afectar a la vulva; en ocasiones puede tratarse de un tumor y, en ese caso, un diagnóstico a tiempo es fundamental”.
Para el buen funcionamiento de la metodología de diagnóstico y tratamiento, basada en anamnesis, inspección, exploración física y biopsia, “la buena relación médico-paciente es fundamental”, sentencia Cancelo, como también debería serlo la colaboración multidisciplinar entre profesionales sanitarios, aventura la ginecóloga.
“Es conveniente que las distintas especialidades trabajen de forma conjunta”, insiste, “los dermatólogos son grandes aliados frente a estas patologías porque el diagnóstico puede despertar dudas y las especiales condiciones anatómicas y fisiológicas implican peculiaridades que pueden suponer una dificultad añadida en su manejo”, explica.