Max Heiland (en la imagen), médico y presidente de la Sociedad Alemana de Cirugía Oral y Maxilofacial, aseguró que antes de su jubiliación en 20 años, habrá dado un paso adelante en los trasplantes. El trasplante de tejidos, lo hecho hasta ahora, es un aintervenión que suele implicar efectos seccundarios.
Tanto en Alemania como en Japón, se han desarrollado herramientas para el tratamiento con plasma frío, tal y como indicó Hans-Robert Metelmann, cirujano y jefe del Centro Nacional de Medicina de plasma con sede en Berlín. Estas producen un haz fino de plasma frío atmosférico (CAP), una mezcla de gas no térmico ionizado, que es capaz de eliminar lass células cancerígenas y eliminar las bacterias de la herida.
Si se aplicara este haz CAP en un tumor localizado en la lengua, por ejemplo, este podría caerse y los vasos sanguíneos y los tejidos podrían volver a regenerarse. Estas avances parece ser muy prometedores, o así dejó constancia el cirujano oral y maxilofacial aleman Gerd Gehrke.
Ralf Smeets, cirujano oral y maxilofacial en el Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf, comunicó que confiaba plenamente en la seda biorreabsorbible, ya que facilita la regeneración de tejidos y es antibacteriana. También considera que los efectos secundarios serían mínimos al actuar solo en una zona localizada.
Pero la utilidad de estas membranas puede ir más allá. Las células de grasa que se les aplica estimulan en el crecimiento, lo que ayudaría en las reconstrucciones faciales. Los implantes de silicona para el aumento de pecho podrían pasar a la historia si se consiguieran células grasa mediante membranas de seda.
Este cirujano pretende sustituir el titanio, usado actualmente, por magneseo, ya que es reabsorbible. El incoveniente es que cuando entra en contacto con el agua, forma un hidróxido y se produce un litro de hidrógeno. Para solucionar esta reacción, se han creado unos tornillos de magneso quirúrgico con unas superficies especiales que reducen la formación de hidrógeno.