El estudio compara el desarrollo de este tipo de cáncer en función del tipo de tratamiento que esté recibiendo el paciente de artritis reumatoide. Los investigadores han centrado el estudio en enfermos que reciben un tratamiento inhibidor y en aquellos a los que se suministra uno biológico.
Teniendo en cuenta el tipo de paciente, el estudio señala que aquellos que reciben un tratamiento biológico presentan un riesgo de leve a moderado de desarrollar un cáncer de piel de células basales, mientras que éste desaparece en el caso de los que emplean un tratamiento inhibidor. En cuanto al tumor de células escamosas, el riesgo es casi el doble en aquellos a los que se suministra un tratamiento biológico. El estudio destaca la importancia de la vigilancia frente a tumores malignos en la piel en pacientes con artritis reumatoide.