El plan presta especial atención contra la obesidad a diferentes grupos de riesgo, en los que los destacan los estudiantes, pacientes, mujeres embarazadas, niños pequeños y ancianos. De acuerdo con el plan, la creciente obesidad entre los estudiantes chinos tiene que bajar de ritmo para el 2020 y estar bajo control para el año 2030 y la tasa de sobrepeso y obesidad general de los chinos debe descender de manera significativa para el 2030.
El 30% de los chinos adultos tienen sobrepeso y el 11,9% son obesos, según reveló en mayo el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China. Entre los niños chinos de entre 6 y 17 años, el 9,6% tienen sobrepeso y el 6,4% padecen obesidad. El plan exhorta a las escuelas de todo el país a estructurar los planes de comidas de acuerdo con la edad de los estudiantes y con la ubicación de la escuela y emprender una campaña educativa sobre nutrición para los estudiantes.
También pide a las escuelas incluir más actividades deportivas en el programa de estudios. Además de atender la obesidad en las zonas desarrolladas del país, el plan destaca la necesidad de atender a las personas desnutridas. El plan pide a las escuelas y los gobiernos locales de las zonas más pobres mejorar el contenido nutricional de los planes de comidas y vigilar de forma más estricta la seguridad de los alimentos.
Las autoridades locales de áreas subdesarrolladas deben fortalecer la supervisión y la prevención de las enfermedades transmitidas por alimentos contaminados, señala el plan. También propone combinar la medicina tradicional china con la nutrición y el entrenamiento físico occidentales para atender mejor a la gente.