Su investigación actual está centrada en la combinación de la tecnología SPRA con el desarrollo de otra tecnología propia que permite un mejor control de la liberación de insulina: la "tecnología polipseudorotaxano (PPRX)". Su objetivo en la combinación de estas 2 tecnologías era desarrollar un sistema de liberación de insulina sostenida y controlable.
Los investigadores han desarrollado 4 tipos de insulina con tecnología SPRA y PPRX combinando diversas cantidades de ciclodextrina. Entre todas las desarrolladas, se esperaba que una de ellas permaneciera en el torrente sanguíneo durante un periodo relativamente largo de tiempo. El uso de diferentes concentraciones de ciclodextrina permitió a los investigadores controlar la liberación de insulina a través de la reacción de equilibrio entre esta sustancia y el polietilenglicol.
Niveles estables en sangre
El estudio, realizado in vivo en un grupo de ratones, muestra que una de las fórmulas es útil y que “la liberación sostenida y controlada se puede lograr; algo necesario para el tratamiento de la diabetes”, explica Hidetoshi Arima, investigador principal de estudio, publicado en la revista Carbohydrate Polymers.
“Por otra parte, en un análisis químico para evaluar la sangre, se observó que la creatinina, el nitrógeno ureico en sangre, el aspartato aminotransferasa y la alanina aminotransferasa no variaban en las inyecciones de insulina” diseñadas por los investigadores, según explican los propios autores del estudio.
Si este sistema de administración funcionara en humanos sería posible mejorar la administración de la insulina con una liberación sostenida y controlada que evitase que los pacientes tuvieran que recurrir con frecuencia a la inyección de esta sustancia, tal y como sugieren los científicos en el estudio.