El trabajo analizó los efectos a largo plazo del tratamiento con dutasterida en 230 hombres de entre 47 y 68 años con hiperplasia benigna de próstata; también se estudió un grupo de 230 hombres de entre 52 y 72 años tratados con tamsulosina. El seguimiento osciló entre los 36 y los 42 meses.
La terapia con dutasterida se asoció a mejoras signitificativas en los síntomas del tracto urinario inferior. No obstante, el fármaco se relacionó también con un aumento de los niveles de glucosa en sangre, hemoglobina glicosilada y colesterol total, entre otros valores. También empeoró la disfunción eréctil.
“Lo más importante es que el tratamiento a largo plazo con dutasterida dio como resultado una reducción de los niveles de testosterona total, lo cual contribuyó a una situación de hipogonadismo”, señalan los autores del estudio estadounidense.
De acuerdo con los investigadores, esta terapia produce un desequilibrio en la función metabólica, por lo que recomiendan que los médicos debatan con los pacientes los potenciales efectos adversos graves del tratamiento con dutasterida antes de comenzar a tomar el fármaco.