Faramarz Ismail-Beigi, autor del estudio, ayudó a analizar 3 de los 4 ensayos clínicos publicados recientemente en el New England Journal of Medicine. En ellos se demostró que algunos de los nuevos agentes terapéuticos disponibles que controlan la glucosa en sangre también ayudan a reducir el riesgo cardiaco.
Prevenir mejor que curar
Los ensayos probaron varios medicamentos orientados a disminuir el azúcar en la sangre (pioglitazona, empagliflozina, liraglutida, o semaglutide) en pacientes con enfermedades del corazón o que habían tenido un derrame cerebral con el objetivo de determinar si los medicamentos eran seguros. Los investigadores se sorprendieron al comprobar que los participantes con riesgo de diabetes tipo 2 experimentaron mejoras cardiovasculares con estos tratamientos además de bajar sus niveles de azúcar.
“Es muy posible que los nuevos agentes de este tipo de medicamentos, usados de manera individual o en combinación con otros, sean eficaces en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, incluso en pacientes que se encuentran en etapas previas al desarrollo de la enfermedad”, asegura Ismail-Beigi.
Tras estos resultados, “esperamos que la FDA considere la aprobación de nuevos medicamentos para el tratamiento de la diabetes tipo 2 no solo en función de su perfil de seguridad y eficacia para controlar la glucosa en sangre sino también en función de si reduce la mortalidad global y la mortalidad relacionada con problemas cardiovasculares”, resalta el investigador principal.