Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, celebrado el pasado martes 14, el oftalmólogo canario Miguel Reyes ha recordado en una nota de la agencia EFE que el descontrol de la glucosa es la principal causa de ceguera entre la población. Ante esta incidencia, especialmente elevada en las Islas Canarias, el experto recomienda dirigir los esfuerzos a concienciar sobre las graves consecuencias de la diabetes mal cuidada.
Según el especialista, el 80% de los pacientes que pasen más de 20 años sufriendo diabetes, desarrollará algún grado de retinopatía diabética. En cualquier caso, señala, “es la severidad de la misma la que marca el pronóstico visual y la necesidad o no del tratamiento”. El verdadero problema, reflexiona, es que muchos pacientes no saben que padecen esta enfermedad.
La mayoría de los pacientes no presenta síntomas hasta las fases más avanzadas de retinopatía, “cuando se produce un edema macular o una hemorragia del vítreo, que provocan una pérdida de la agudeza visual”, ejemplifica Reyes. Muchos de estos pacientes se encuentran, además, en edad laboral. “La retinopatía diabética afecta, en gran medida, a una población muy joven y activa; por lo que la enfermedad tiene una grave repercusión tanto en los pacientes como en los familiares, sobre todo desde el punto de vista físico, psíquico, social y laboral”, dice.
Se trata de una patología irreversible, “de ahí la importancia de llevar un buen control glucémico para retrasar la aparición de la enfermedad”, defiende. Además, si se diagnostica de forma precoz, la retinopatía diabética es controlable. Para frenar su evolución a tiempo, Reyes recomienda revisiones periódicas del fondo del ojo, inyecciones intraoculares o, en los casos más severos, láser.