Mark Peakman, director de la investigación MonoPepT1, explica que los pacientes con diabetes tipo 1 tienen entre el 15 y el 20% de sus células betas, por lo que quisieron comprobar si eran capaces de proteger a las células restantes mediante un reequilibro del sistema inmunológico con el objetivo de que este dejara de atacarlas. Otros investigadores del Broad Institute of MIT and Harvard y de la Universidad de Yale han estudiado las células beta en profundidad en un estudio publicado en Cell Metabolism.
“Todavía tenemos un largo camino por recorrer, pero estos primeros resultados sugieren que estamos en la dirección correcta. La tecnología de péptidos que hemos utilizado en nuestro ensayo no solo parece ser segura para los pacientes en esta etapa, sino que también tiene un efecto importante para el sistema inmunológico”, explica Peakman.
Los científicos utilizaron el antígeno leucocitario humano DR4, un péptido de proinsulina. DR4 fue inyectado por vía intradérmica cada 2 o 4 semanas durante 6 meses en pacientes que habían sido diagnosticados con diabetes tipo 1 recientemente. El ensayo mostró que la inmunoterapia parecía modificar las respuestas de las células T sin interferir con la función de las células beta residuales. En comparación con el grupo placebo, los sujetos tratados redujeron el uso de insulina.
“Fue alentador ver que las personas que reciben el tratamiento necesitan menos cantidades de insulina para controlar sus niveles de glucosa en sangre, lo que sugiere que su páncreas estaba funcionando mejor", señala Colin Dayan de, investigador de la Universidad de Cardiff y autor del estudio.