Los médicos señalan como ventajas de esta técnica el menor riesgo de infección, la exposición directa y más segura del reborde mandibular inferior, la conservación de una cobertura de periostio alrededor del nervio, que evita el potencial elongamiento del mismo, el uso del endoscopio, que logra una mayor visualización del campo operatorio, un menor traumatismo en la disección menor tiempo de cicatrización y fácil abordaje para la introducción de drenajes para succión del lecho, lo cual favorece una mayor coaptación del implante, menor edema, menor equimosis y rápida recuperación.

Por otro lado, los investigadores también señalan como puntos negativos del método el hecho de que se trata de una maniobra altamente técnica y propensa a sufrir contratiempos, además de requerir experiencia en cirugía endoscópica. No obstante, el texto explica que con un entrenamiento adecuado se logran los objetivos de su aplicación. Otro dato que los médicos subrayan es que la técnica depende mucho de la realización de ciertas maniobras ingeniosas que pueden resultar complejas para el cirujano.

Los médicos señalan que el método proporciona un modo de embellecer y aumentar el volumen del soporte estructural del tercio inferior de la cara. Ofrece un excelente cimiento sobre el cual se puede realizar un rejuvenecimiento facial quirúrgico, especialmente con referencia al ángulo mandibular, proyección del mentón y líneas submentoniana y submandibular. También brinda una mejor definición en los resultados de la cervicoplastia. Todos estos resultados son particularmente ciertos en pacientes edéntulos y en aquellos con una marcada disminución del mentón y de la mandíbula.