Para fundamentar su hipótesis, los autores analizaron cerca de 250 casos de 34 patologías orales, que fueron registrados con cámaras de teléfonos inteligentes y enviados a través de WhatsApp en busca de una segunda opinión.
Del total de segundas opiniones recibidas, el 98,2% acertaron en el diagnóstico. En lesiones como tumores odontogénicos adenomatoides, quistes dentígeros u odontomas, entre otras, el acierto en el diagnóstico de la segunda opinión alcanzó el 100%.
Para los investigadores, estos y otros datos demuestran que la cámara de un smartphone es una herramienta eficiente para capturar microfotografías procedentes del microscopio compuesto. Transferir dichas imágenes a través de WhatsApp sirve, además, para contrastar opiniones sobre el diagnóstico histopatológico en patologías orales, según los autores.