Según informa Quirónsalud, la forma en que se envejece depende en parte de la genética y en parte del cuidado personal. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar ejercicio para prevenir los efectos adversos del envejecimiento sobre la capacidad funcional y la salud.
“La actividad física moderada puede retrasar el declive funcional y reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas en las personas mayores”, señala Rodríguez, para quien “basta con realizar actividades físicas moderadas, como caminar a paso ligero durante 30 minutos diarios o evitar coger el autobús”.
“Existen otros muchos modos de mantenerse activo, como bailar, hacer senderismo, así como otras actividades sistematizadas y regladas como la gimnasia, piscina, tai chi, yoga, etc.", añade el jefe de servicio, de acuerdo con el cual “la nutrición correcta y el ejercicio físico son decisivos para mantenernos saludables mientras envejecemos”.
En la misma línea, la geriatra Nuria El Kadaoui Calvo destaca que “envejecer es algo inevitable, pero la manera en que lo hacemos depende de nuestras actuaciones”.
“El ejercicio físico es un pilar fundamental para fomentar el envejecimiento saludable. La edad no es en absoluto una contraindicación para practicarlo. Mejora nuestra salud, nuestra autoestima y fomenta una mejor adaptación en la comunidad en la que nos desenvolvemos”, insiste la especialista.