El insomnio aumenta el riesgo de alzhéimer, sugiere un estudio de la Universidad Washington en San Luis (Estados Unidos) que demuestra que la privación de sueño incrementa los niveles de proteína betaamiloide, relacionada con el desarrollo de esta enfermedad. Los resultados se han publicado en la revista Annals of Neurology.
Según informa la agencia china Xinhua, el estudio incluyó a 8 personas de entre 30 y 60 años sin problemas cognitivos ni de sueño. De forma aleatoria, se dividió a los participantes en 3 grupos. Uno tenía que dormir sin ayuda, otro tenía que permanecer despierto durante toda la noche y el tercero tenía que dormir tras recibir oxibato de sodio, recetado para desórdenes de sueño.
A lo largo de 36, los investigadores tomaron muestras de líquido cefalorraquídeo y médula espinal cada 2 horas para analizar los niveles de betaamiloides. El experimento se repitió entre 4 y 6 meses después. Un total de 4 participantes concluyeron los 3 escenarios planteados durante el estudio.
Las personas que experimentaron insomnio presentaron niveles entre un 25 y un 30% mayores de proteínas betaamiloides respecto a los individuos que durmieron toda la noche. Los niveles de los participantes con insomnio, además, igualaron a los observados en personas con predisposición genética a desarrollar alzhéimer a temprana edad.
“Este estudio es la más clara demostración en humanos de que la alteración del sueño puede conducir a un creciente riesgo de padecer alzhéimer, a través de un mecanismo de betaamiloides”, ha señalado Randall Bateman, profesor de Neurología en la Universidad Washington en San Luis y uno de los autores del estudio.
Entre 50 y 70 millones de adultos estadounidenses tienen problemas para dormir. De acuerdo con los investigadores, es necesario realizar más estudios para determinar si resolver el insomnio y otros problemas de sueño puede reducir los niveles de betaamiloides y el riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer.