“Muchas personas asumen que la pérdida auditiva es una consecuencia inevitable del hecho de hacerse mayor. Sin embargo, sus síntomas y lo que es más importante, sus consecuencias no deberían pasar por alto y deberían animar a todas las personas que se encuentran en esta situación a acudir a un especialista para tomar medias que pueden mejorar mucho su día a día”, apunta el doctor Julio Rodrigo, director general de MED-EL España.
Según la compañía, la prevalencia de la pérdida auditiva entre los mayores de 65 años se ha incrementado en Europa más de un 18% desde 2010. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2020 aumentará hasta el 50%. “A pesar de esto, es preocupante que el número de personas que buscan ayuda sigue siendo muy bajo”, recalca el médico, de acuerdo con el cual “la pérdida auditiva puede tener un gran impacto en la vida de la gente”.
Además de provocar problemas de comunicación, la pérdida auditiva influye en aspectos de la vida de los afectados como:
- La educación.
- El bienestar social.
- El sustento.
- La independencia económica.
Casi 360 millones de personas padecen pérdida auditiva discapacitante en todo el mundo; 32 millones son niños y cerca de 180 millones mayores. La mayoría viven en países con ingresos bajos y medianos, a menudo con escasos recursos. La OMS calcula que el coste mundial subyacente anual relacionado con la pérdida auditiva es de unos 750–790 mil millones de dólares.