Según indican los investigadores, aunque existen vínculos establecidos entre las alergias, el TDAH y el autismo, así como entre la inflamación y el riesgo de autismo, de esquizofrenia y de TDAH, los cambios a nivel celular que contribuyen a esas conexiones siguen siendo un misterio. Además, tanto el autismo como el TDAH son entre 3 y 4 veces más comunes en los niños que en las niñas, motivo por el que decidieron buscar los factores que podían influir en ambos vínculos.
El estudio, presentado en la pasada edición de la reunión anual de Neuroscience, de la Society for Neuroscience, utilizó un modelo de ratones a los que sensibilizó a la ovoalbúmina antes del embarazo. Posteriormente, analizaron si la exposición alergénica prenatal cambió el número y la funcionalidad de las células inmunes del cerebro de la descendencia. Además, examinaron la forma de comportarse frente a la ansiedad, la capacidad de aprendizaje y la sociabilidad de la descendencia.
Machos menos sociables y adaptativos
Por otra parte, evaluaron la densidad de las espinas dendríticas de los cerebros de la descendencia, que son vitales para la comunicación celular del cerebro. Así, pudieron comprobar que las ratas expuestas a alérgenos antes del nacimiento tenían niveles más altos de células inmunitarias de tipo mastocitos en el cerebro y un menor número de células inmunes de tipo microglia, independientemente del sexo de los animales.
Los ratones con madres alérgicas eran hiperactivos, pero mostraban menos comportamientos relacionados con la ansiedad. Cuando se les permitió que interactuaran con otros ratones recién nacidos, los investigadores observaron que los machos del grupo de alérgenos se sociabilizaban menos que sus compañeros. Las ratas hembras participaban más en juegos sociales mientras que los machos eran más secos, cuando en general, los machos juegan más que las hembras, según aseguran los científicos.
“Los machos nacidos de madres expuestas a alérgeno se parecían más a las hembras, que tienden a ser más reservadas socialmente. Los machos eran hiperactivos, pero estaban socialmente desvinculados, lo que se parece un poco al TDAH”, asegura en un comunicado de prensa de la universidad Kathryn Lenz, profesora de la Ohio State University y autora del estudio.
Aunque las causas de estos resultados no están claras, el estudio muestra que el grupo de ratones expuesto a alérgenos tenía más dificultades para adaptarse a pruebas en las que se exigían cambios. Además, el grupo de machos tenía más déficits cognitivos que las hembras. Posiblemente, por el aumento de espinas dendríticas de las hembras en comparación con la reducción de las mismas en el grupo de ratones macho, según apuntan los investigadores.