Son de repetición aquellos abortos que suceden 2 o más veces sin razón aparente, mientras que los fallos de implantación se producen cuando no se logra embarazo tras 2 ciclos de reproducción asistida con trasferencia de embriones de buena calidad y con un útero receptivo donde no existe causa conocida que justifique un aborto.
Los especialistas en Ginecología consideran que estas circunstancias se deben a factores genéticos, a una debilitación del sistema inmunológico o a problemas de coagulación sanguínea que predisponen, por lo habitual, la trombosis. Las alternativas actuales, según Ruber, son llevar a cabo estudios genéticos antes de implantar el embrión.
Si el problema es la aparición de trombofilias por problemas de coagulación, señalan la importancia del diagnóstico y los tratamientos anticoagulantes si procede. Si el problema se detecta por una analítica, señalan desde el hospital, se debe a problemas en el sistema inmunológico. Este reacciona contra el embrión produciendo células en contra de su implantación. En este caso, el tratamiento más efectivo son los fármacos inmunomoduladores.