Según informa la universidad, los científicos demostraron que esta biopsia líquida puede detectar alteraciones en 13 genes distintos, incluyendo el HER2. La prueba detecta también mutaciones en el gen ESR1, que se ha relacionado con la resistencia a terapia antihormonales como los inhibidores de la aromatasa.
Los investigadores analizaron el AND en muestras de sangre de 42 mujeres con cáncer de mama secundario. Detectaron cambios genéticos específicos del cáncer en la mitad de las mujeres; ninguna de las mutaciones se encontraron en las 9 mujeres sanas a las que se realizó la biopsia líquida, lo cual confirmó que los cambios eran debidos al cáncer.
“Hemos desarrollado un nuevo análisis de sangre que puede detectar simultáneamente mutaciones somáticas y copias las alteraciones numéricas que son fundamentales para impulsar el crecimiento del cáncer de mama”, asegura David Guttery, uno de los autores del estudio, que ofreció información que podría haberse usado para modificar el tratamiento de 9 pacientes.
De hecho, el investigador espera que esta nueva biopsia líquida ayude a médicos y pacientes a elegir el mejor tratamiento en cada momento. “Este estudio representa una prueba de concepto. Ahora se necesita una validación adicional para confirmar la utilidad clínica”, concluye el experto.