El Ministerio del Interior de Gran Bretaña ha anunciado su compromiso de revisar las leyes de uso del cannabis medicinal y sus derivados. Este nuevo paso de cara a la legalización se produce tras la recepción de un informe favorable por parte de la máxima autoridad médica en Inglaterra, la directora médica Sally Davies y del mediático caso de un joven epiléptico de 12 años al quien las autoridades confiscaron la droga.

El informe avalado por Davies concluye que el cannabis medicinal puede contribuir a paliar el dolor crónico, así como reducir las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia. Según informa EuropaPress, el documento también aporta evidencias sobre la utilidad del cannabis para mejorar la calidad del sueño en pacientes con apnea obstructiva, fibromialgia, esclerosis múltiple y otras patologías que cursan con dolor crónico.

A la orden de revisión también ha contribuido el debate nacional generado en torno a un paciente de epilepsia de 12 años. Los agentes del aeropuerto de Heathrow (Londres) confiscaron el cannabis medicinal a la madre del pequeño cuando ambos se disponían a regresar a Canadá, donde se había comprado la droga. El gobierno británico se vio obligado a tomar medidas excepcionales para devolver el aceite medicinal tras el ingreso hospitalario del niño por convulsiones.

En los próximos meses, el Consejo Asesor Británico sobre el Uso Indebido de Drogas evaluará la necesidad de cambiar la clasificación legal del cannabis medicinal y hará un balance entre “los de daños que puede ocasionar este producto y las necesidades de salud pública”.  La revisión no considerará en ningún caso la legalización del cannabis para fines recreativos. Según estadísticas oficiales, en el último año, poco más del 10% de la población británica ha utilizado la droga con fines médicos.