Investigadores de la Fundación Josep Carreras han descubierto el potencial de un grupo de antihistamínicos para eliminar células madre leucémicas. La agencia EFE se hace eco de este hallazgo publicado en la revista EBioMedicine. De hecho, la investigación atestigua que ensayos preclínicos ha demostrado que este grupo de antihistamínicos elimina estas células responsables de causar la leucemia mieloide aguda (LMA). De hecho, la LMA es la más común en adultos y representa el 40% de todas las leucemias en el mundo occidental.
En este sentido, Ruth Risueño, líder del grupo de investigación, ha recalcado que la leucemia mieloide aguda es una de las que peor pronóstico tiene. Además, su tratamiento con quimioterapia remite solo del 50 al 85% y tras el tratamiento tiene un alto índice de reincidencia. Asimismo, según la investigadora, la recaída de la enfermedad puede deberse a que una cantidad de pequeñas células madre enfermas se hayan hecho resistentes al tratamiento, siendo solo cuestión de tiempo que estas células se propaguen de nuevo.
Por otro lado, la investigadora ha recalcado que las células madre leucémicas pueden renovarse o diferenciarse. A su juicio, se renuevan indefinidamente para mantenerse. Sin embargo, cuando se diferencian, generan todos los distintos tipos de células leucémicas maduras que se encuentran en el tumor, que son mayoritarias en la leucemia. Del mismo modo, tienen una prevalencia más baja y son más sensibles a la quimioterapia.
Antihistamínicos
Los antihistamínicos que eliminan células madre leucémicas no solo inducían la diferenciación. Por un mecanismo diferente a su función antialérgica, penetraban en los órganos de la célula encargados de metabolizar la energía, las mitocondrias y en los encargados de la digestión celular, los lisosomas, provocando su fallo y conduciendo a las células a la muerte. “Esto no afecta a células sanas. Y es que el proceso de transformación de las células leucémicas lleva implícito que las mitocondrias y los lisosomas sean más frágiles”.
Estos fármacos no pueden usarse todavía contra la leucemia por su rápida degradación y por no disponer de una técnica de administración directa sobre las células enfermas. No obstante, el equipo de Risueño está trabajando en hacer más estables estos fármacos. Asimismo, están trabajando para desarrollar un mecanismo que pueda administrarse de forma directa y específica sobre las células madre leucémicas.