El trasplante haploidéntico se realizó por primera vez en España en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid durante el año 2007 y su utilización ha ido aumentando "muy poco a poco", pero en los últimos años "ha explotado", asegura Díez Martín durante la reunión en la que explica que, en los últimos 4 años, el porcentaje de este tipo de pacientes ha aumentado considerablemente.
Hay pacientes que no pueden esperar los 3 meses que se tarda en localizar un donante compatible en el registro internacional de donantes de médula (Redmo) debido a la gravedad de su enfermedad, tal y como afirma el especialista. Para conocer el estado de las donaciones de médula, la Fundación Josep Carreras contra la leucemia ha realizado una memoria anual de Redmo del año 2016 que ha sido publicada esta semana.
Uno de los principales problemas de los trasplantes de células madre hematopoyéticas es que solo un 25% de los pacientes que lo necesitan disponen de un hermano con un sistema de antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés) idéntico. Ello implica que el paciente tenga que buscar un donante no emparentado o sangre de cordón umbilical en el registro internacional.
Sin embargo, en el 50% de los casos, el trasplante no se realiza finalmente debido a que no encuentran el donante apropiado. En estos casos, así como en los que requieren un tratamiento urgente, la alternativa es realizar un trasplante haploidéntico en el que el donante es un familiar (padre, madre, hermano o hijo) que comparte la mitad del material genético con el paciente.
Este procedimiento se puede realizar gracias a la administración de ciclofosfamina después de 3 o 4 días del trasplante. Esta quimioterapia “elimina las células que empiezan a reaccionar y evita una reacción grave injerto contra receptor, pero no mata las células madre hemopoyéticas que se utilizan para el trasplante”, ha explicado Díez Martín durante la reunión.