Este hospital es uno de los primeros en implantar un proyecto promovido por la Comunidad Valenciana que pretende mejorar la calidad de vida de los pacientes, y asegurar una correcta y continua administración del tratamiento.
Así, el Servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario de Valencia está realizando un proyecto piloto para administrar, en el propio domicilio, el tratamiento farmacológico con azacitidina, en aquellos pacientes con síndromes mielodisplásicos y leucemia mieloide aguda.
Habitualmente, este tratamiento se administra en el hospital por vía subcutánea en varios ciclos, lo que obliga a los pacientes a acudir una media de 7 días al mes. Además, "se recomienda un mínimo de 6 ciclos de tratamiento y mantener la terapia mientras haya beneficio clínico", según explica Manuel Alós, jefe de Servicio de Farmacia Hospitalaria, Manuel Alós.
En este proyecto, llamado “Vidaza Domiciliaria” (por el nombre comercial del tratamiento con azacitidina) colaboran 3 servicios hospitalarios: Hematología, Farmacia y Unidad de Hospitalización Domiciliaria (UHD).
“El Hospital Clínico cuenta con una Unidad de Hospitalización Domiciliaria muy implicada en proporcionar la mayor calidad de vida posible a los pacientes”, asegura Solano, lo que explicaría el interés por mejorar la calidad de vida a través de la administración del tratamiento en el propio domicilio por parte de una enfermera especializada en Oncohematología.
Con ello, se evita el traslado al hospital, pero se garantiza la correcta y continua administración de la medicación. Además, "no solo estos pacientes se ven beneficiados por la implantación de este proyecto, ya que la logística del hospital también mejora. Al aumentar el número de pacientes que reciben tratamiento domiciliario, el número de personas que acuden cada día al hospital disminuye, por lo que aumenta la calidad asistencial ofrecida".