La medicina personalizada ha traído consigo una mejora del pronóstico del cáncer hematológico que no se ha visto en el resto de las especialidades médicas. Así lo ha asegurado el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Jorge Sierra, durante la Ponencia de Medicina Genómica del Senado, en la que ha defendido la participación de los hematólogos en las iniciativas políticas diseñadas para impulsar la medicina de precisión.
Según el también jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), la Hematología ha sido una especialidad pionera en el desarrollo y la aplicación de la medicina genómica, la inmunoterapia y la medicina personalizada. Por esa experiencia, considera necesario que los hematólogos participen “desde el principio, en todas las iniciativas políticas que se impulsen en torno a la medicina de precisión”.
En ese sentido, el presidente de la SEHH ha propuesto poner en marcha para garantizar el acceso óptimo a la medicina personalizada en España medidas como:
- Centralizar la tecnología de laboratorio y estandarizar los procesos.
- Basar el trabajo en guías y protocolos aceptados, con el apoyo de bancos de material biológico.
- Facilitar la participación precoz en ensayos clínicos.
- Agilizar la disponibilidad de los fármacos tras la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
- Reducir los filtros de uso de medicamentos y optimizar la financiación y las modalidades de reembolso.
“Las terapias dirigidas tienen un alto coste y el número de agentes comercializados es creciente, por lo que se hacen necesarios nuevos modelos de financiación y un mayor presupuesto sanitario”, ha subrayado el médico, según el cual “la medicina personalizada y adaptada al riesgo se ha traducido en avances espectaculares en el pronóstico de los pacientes con cáncer hematológico, no vistos en ninguna otra especialidad”.
En datos, ese avance de la medicina personalizada ha supuesto que en la actualidad se curen el 90% de las leucemias linfoblásticas agudas y las leucemias promielocíticas agudas y el 85% de los linfomas de Hodgkin. De igual modo, se ha logrado cronificar la leucemia mieloide crónica en un 85% de los casos y aumentar la supervivencia de los pacientes con mieloma múltiple en 5-7 años. “En todo este conglomerado, hay cánceres hematológicos que se tratan (y curan) sin necesidad de quimioterapia, y serán muchos más en un futuro no muy lejano”, ha asegurado.
En su intervención, además, Sierra ha aventurado que el futuro de la Hematología pasa por:
- La generalización de pruebas genómicas para detectar la predisposición a enfermedades hematológicas graves.
- El uso de la terapia de precisión como estrategia generalizada.
- La curación o cronificación de las patologías hematológicas más agresivas.
- La indicación limitada del trasplante de progenitores hematopoyéticos a insuficiencias medulares, inmunodeficiencias y errores congénitos del metabolismo.
- La implantación de la edición genética en la práctica clínica.
- El uso totalmente seguro de transfusiones de componentes sanguíneos.
- La producción celular en biorreactores cuando sea necesaria.
- El abordaje ágil y multidisciplinar de las distintas patologías de la sangre.
- El acceso rápido a fármacos y la financiación adecuada basada en nuevos modelos compartidos.
“Para que todo esto sea posible, se hace necesaria una formación suficiente y homologable”, de acuerdo con el presidente de la SEHH, que espera la aprobación del nuevo programa de la especialidad. La organización estima que en 5 años habrá déficit de hematólogos como consecuencia de las jubilaciones masivas de profesionales que empezaron a trabajar en los años 50 y 60 del siglo pasado y de la fuga de especialistas hacia otros países europeos.